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TRÁFICO
DE AVES

Foto: Corporación Autónoma Regional del Cundinamarca CAR

¿Qué cuentan las cifras sobre tráfico ilegal en Colombia?

Por esta: Tres de las causas de pérdida de avifauna en el país son: el tráfico ilegal, la tenencia como mascotas y la caza. 

En los últimos 17 meses, Bogotá ha recibido 5.869 aves halladas por las autoridades o entregadas por la ciudadanía. De estas, 254 son rapaces de 21 especies. Solo una ha sido incautada.

La cacería no sostenible de especies o la colecta con fines de tráfico ilegal representan uno de los problemas más evidentes que amenazan a las aves en Colombia.


Lo asegura la Estrategia Nacional para la Conservación de Aves (ENCA), recientemente lanzada por el Ministerio de Ambiente y el Instituto Humboldt, en la que se actualiza la información sobre la avifauna nacional, desde el año 2000 al 2020.


Indica que, después de los reptiles, las aves comprenden el segundo grupo taxonómico con que se comercia como mascotas en el país y el mundo. “Algunos estimativos sugieren que, por cada individuo en el mercado final, alrededor 30-50 individuos han muerto en el proceso”.
Colombia, país megadiverso, registra oficialmente 1954 especies de aves, que representan el 20% del total global. Según WWF, esto lo ubica en el primer lugar del ranking mundial, seguido por países de la región, como Perú y Brasil.


Según los datos recopilados por ENCA, se conoce que el 32,1% de esas especies están amenazadas por la sobrecaza y el tráfico ilegal, sin dejar de lado que, dada la clandestinidad de estas actividades, el número y el impacto puede ser mucho mayor.


El último reporte del Ministerio de Ambiente revela que son 234 especies de aves las que sufren las implicaciones directas del tráfico de fauna.

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ARRANCADOS DE SUS NIDOS

Foto: Corporación Autónoma Regional del Huila CAM

El primer eslabón del tráfico ilegal de aves ocurre en zonas rurales y áreas naturales donde campesinos, indígenas o traficantes, acechan los nidos para detectar las crías y una vez se convierten en polluelos, atacan con trampas y dejan a los padres sin sus hijos, explica la Policía Nacional.


Luego son vendidos a intermediarios o incluso a turistas y ahí comienza el segundo eslabón en el que las aves son transportadas y negociadas directamente o a través de intermediarios de mayor experiencia en ese tipo de comercio ilegal. 


Para sacarlas de zonas rurales, las aves más pequeñas son empacadas en bolsos, llantas, rollos de papel higiénico, zapatos, cilindros e incluso se han encontrado escondidas incluso en motores. 
“Utilizan encomiendas, envíos humanos, cajas de icopor en las que se hacen ‘microhábitats’, antiguos rollos fotográficos para transportar los animales y botellas plásticas para aves exóticas con el fin de no ser detectadas en los controles, explica la Policía de Carabineros, una de las autoridades encargadas de contrarrestar este delito en el país.

Foto: EPA Cartagena

Los informes policiales muestran cómo en los operativos se encuentran animales desnutridos, drogados, congelados, con fracturas y en general con las consecuencias que implica un transporte clandestino.


“Hay casos de aves de mayor tamaño a las que les han dado sustancias sedantes en el agua o la comida, para hacer creer a los compradores que son aves domésticas, dóciles”. En 2020 encontraron en Cali a un águila encadenada. 


Un tercer eslabón se da cuando los traficantes más experimentados realizan las ventas a gran escala ya sea a otros traficantes o coleccionistas en el exterior, utilizando por ejemplo envíos internacionales o redes sociales.


Por esta causa y dada la demanda, algunas especies de aves ya están en riesgo de extinción. El Libro Rojo de Aves indica que se han identificado bajo alguna categoría de amenaza 80 especies. 


En el caso de las rapaces, que son 104 diurnas y 79 nocturnas, la Resolución 1912 de 2019, incluyó a cuatro: águila solitaria (Butoegallus solitarius), en la categoría Críticamente Amenazada (CR); el águila real de montaña o águila crestada (Spizaetus Isidoris) que se encuentra En Peligro (EN); el aguilucho cenizo (Circus cinereus) también clasificado como (EN), lo mismo que el halcón de Munchique (Micrastor plumbeus).

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La Policía Nacional calcula que el tráfico ilegal de vida silvestre mueve en el país una economía ilegal cercana a los 23.000 millones de dólares al año, mientras que a nivel global, entre 20.000 y 40.000 millones de euros.


Las regiones donde se distribuye y comercializan especímenes silvestres son: Córdoba, Cesar, Amazonas, Putumayo, Vaupés, Guaviare, Meta, Valle del Cauca, Nariño y Chocó.
A lo largo de los años, el país ha consolidado 12 hogares de paso para albergar fauna incautada, 17 Centros de Atención y Valoración de Fauna (CAVS) y 12 Centros de Atención, Valoración y Rehabilitación (CAVR).


En cuanto a la política sobre este asunto, está vigente la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Tráfico Ilegal de Especies Silvestres, que plantea alternativas productivas sostenibles para sustituir esta actividad ilícita.


Los ministerios de Ambiente, Defensa, Transporte y Comercio participan de actividades preventivas y de capacitación a las Fuerzas Armadas de Colombia y a los viceministerios de Turismo y terminales aéreas y terrestres.


Igualmente, existe la Red Binacional para el control del Tráfico Ilegal de Flora y Fauna Silvestre en la Zona de Integración Fronteriza Ecuador-Colombia y avanza la Zona de Integración Fronteriza Perú-Colombia. 


El Código Penal establece penas de entre 32 y 90 meses de cárcel y multas de hasta 15.000 salarios mínimos para los infractores y el nuevo Código de Policía también incluyó medidas correctivas.

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Rapaces
que llegan
a
Bogotá 

Foto: Ignacio Galán

Al consultar con la Secretaría de Ambiente Distrital, sobre la recepción de rapaces y encontró que entre el primero de enero de 2022 y el 30 de junio de 2023, han ingresado al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Flora y Fauna Silvestre (CAVRFFS-SDA) 5.869 aves, de las cuales, 254 son rapaces (4,32%), de 21 especies. 


De estas, la mayoría corresponden a búhos currucutú (Megascops choliba, 33,46%) y búhos negruzcos (Asio stygius, 26,37%), además de aguilillas, halcones, currucutus, un cernícalo, entre otras rapaces.


Los lugares de procedencia son Bogotá y municipios de Cundinamarca como Cota, Facatativá, La Vega, Mesitas del Colegio, Mosquera, Sibaté, Soacha y Une. Sólo un individuo provenía del departamento del Tolima. 

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La Secretaría aclara que, de la totalidad de aves (entre el 1 de enero de 2022 y el 30 de junio de 2023), un ejemplar fue recuperado mediante incautación (búho real, Bubo virginianus); el resto corresponden a aves halladas y entregadas por la ciudadanía en las oficinas en unidades móviles.


“Esto quiere decir que este grupo de aves silvestre no corresponde al de mayor tráfico o tenencia ilegal en Bogotá. De igual forma, a la fecha, no contamos con reportes relacionados con eventos de cacería de este tipo de aves en la ciudad, la mayoría de las atenciones han estado relacionada con individuos heridos, agotados, con signos de hipotermia o desorientados”.

 
También, algunos individuos fueron entregadas o recuperadas por entidades aliadas como el Grupo de Búsqueda y Rescate de Animales en Emergencias (BRAE) del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá y la Dirección de Carabineros y Protección Ambiental y el Grupo de Protección Ambiental y Ecológica (GUPAE) de la Policía Nacional.   

ESPECIE
NOMBRE COMÚN
NÚMERO INDIVIDUOS
Accipiter striatus
Azor cordillerano
1
Asio clamator
Búho rayado
35
Asio flammeus
Búho campestre
2
Asio stygius
Búho negruzco
67
Bubo virginianus
Búho real
1
Buteo platypterus
Gavilán aliancho
19
Elanoides forficatus
Aguililla tijereta
1
Elanus leucurus
Gavilán maromero
14
Falco columbarius
Esmerejón
1
Falco deiroleucus
Halcón colorado
1
Falco peregrinus
Halcón peregrino
2
Falco sparverius
Cernícalo
8
Ictinia mississippiensis
Aguililla del Misisipi
1
Megascops albogularis
Autillo gorgiblanco
1
Megascops choliba
Currucutú
85
Parabuteo leucorrhous
Gavilán negro
1
Rostrhamus sociabilis
Caracolero común
1
Rupornis magnirostris
Gavilán caminero
11
Strix albitarsis
Búho ocelado
1
Strix virgata
Búho moteado
1
TOTAL
254

Los traumas más comunes con los que ingresan las aves rapaces son fracturas abiertas y cerradas de radio-cubito con compromiso vascular y muscular, luxaciones de hombro y trauma craneoencefálico. 


Se han rehabilitado y liberado en Parques Distritales Ecológicos de Montaña y Reservas Distritales de Humedal: 106 aves rapaces, pertenecientes a 10 especies diferentes.

Las aves que ingresan al Centro de Atención del Distrito siendo polluelos, requieren un proceso de crianza artificial en la cual se realiza provisión de calor, alimentación asistida, ejercicios de desplazamiento, baños de sol y procesos encaminados al desarrollo de conductas asociadas al forrajeo y la cacería. 


“Una vez los individuos cuentan con plumaje de juveniles y son capaces de alimentarse de manera autónoma, son trasladados a las áreas de vuelo en donde se realizan ejercicios enfocados al fortalecimiento de los músculos y aumento de la capacidad respiratoria. Adicionalmente, se realiza un proceso de enseñanza para que los ejemplares reconozcan los diferentes tipos de presa que hacen parte de la dieta natural en vida silvestre y sean capaces de cazarlos”.


Las aves son evaluadas durante todo el proceso por los médicos veterinarios, biólogos y zootecnistas para verificar el estado de salud físico, comportamental y corporal de cada individuo. 


“El fin realizar las intervenciones necesarias para que el ejemplar sea capaz de culminar el proceso de rehabilitación satisfactoriamente, procurando su reintegro a la vida silvestre cuando sea capaz de sobrevivir por sus propios medios”, explica la entidad.  

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Foto: Ignacio Galán

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